El porqué de la crisis de la natalidad en España y cómo cambiar la situación: "no es fácil"
Carmelo Gómez Martínez es antropólogo social, enfermero y profesor en el Instituto Juan Pablo II, ha explicado en Ecclesia Al Día de TRECE TV cómo hacer frente al problema demográfico

España afronta una crisis demográfica aguda
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El problema demográfico al que se enfrenta España, no tiene mucho que ver con el número de personas que viven en nuestro país, las previsiones del INE a 15 años vista dicen que la población va a subir en 5 millones de personas, evidentemente, gracias a la inmigración. El problema, realmente, es que no nacen niños, es decir, que no se forman familias, es decir, que tendemos a una individualización de la sociedad. Tendemos a una población cada vez más solitaria y, también, egoísta.
Según las previsiones del INE, los hogares que más crecerán de aquí a 15 años, serán los hogares en los que solo vive una persona, un 42%. En segundo lugar están los hogares de dos personas que crecerán en torno a un 30%. A partir de aquí llega la gran caída, los hogares de 3 personas, es decir, en los que una pareja apuesta por formar una familia, tan solo subirían un 1%, en los que viven 4 personas, directamente bajarán un 6%.
La tendencia preocupa, por eso en 'Ecclesia Al Día' hemos hablado con Carmelo Gómez Martínez, antropólogo social, enfermero y profesor en el Instituto Juan Pablo II. Carmelo explica que en las últimas décadas, "hemos pasado de un modelo donde había hasta 3 generaciones en una misma casa y hemos adoptado medidas de otros países en los que vivir tan solo dos personas o incluso una en la misma casa es un símbolo de modernidad".
La mercantilización de las familias
"La sociedad occidental está muy mercantilizada, todo se ha convertido en un producto de mercado, incluso con la forma de concebir", dice Carmelo en relación con la fecundación in vitro. Este papel mercantilizador se puede achacar también a las redes sociales y el sector de la comunicación, que nos venden un modelo en el que el ahorro es para viajar y no para fundar una familia. "Es un modelo para separarnos", defiende Carmelo.
¿Una solución?
"No es fácil cambiarlo con un giro de volante rápido, un cambio social requiere su tiempo y educación, mucha educación" dice Carmelo, que añade que el problema es que no se está insistiendo en ello. Aun así, admite que los inmigrantes sí que vienen con una mentalidad mucho más comunitaria y sentido de la familia, por eso habrá más personas en el futuro, pero, igualmente, es necesario volver a introducir en la sociedad una solidaridad comunitaria e intergeneracional.