El mejor chorizo del mundo lo hace Cesáreo y está en un pueblo de Zamora de 1.000 habitantes: por menos de 10 euros

Pedro Madera, experto en viajes y gastronomía del programa Poniendo las Calles de COPE, lo tiene claro: el mejor chorizo del mundo está en Fermoselle, un pequeño pueblo de Zamora de apenas mil habitantes. Allí, en la fábrica artesanal Puente Robles, el maestro chacinero Cesáreo ha logrado una gesta que trasciende fronteras: conquistar el paladar de los expertos internacionales y alzarse con el título de campeón del mundo en las olimpiadas del chorizo celebradas en Lyon, Francia.

“Yo ya era favorito”, cuenta Cesáreo con la naturalidad de quien confía en su producto sin artificios. Su chorizo artesanal, que ya había sido premiado en catas a ciegas en Soria, logró imponerse en el exigente certamen galo, donde compitió con elaboraciones de países como Italia, Alemania o la propia Francia, patria del mítico chef Paul Bocuse.

Para Pedro Madera, que recorre España en busca de experiencias auténticas, este descubrimiento convierte a Fermoselle en una parada obligatoria: “Visita obligada a Fermoselle, para quienes no lo conozcan, uno de los pueblos más bonitos de Zamora, con una arquitectura civil maravillosa y un paisaje esplendoroso”. El experto destaca además que, más allá del embutido, el municipio ofrece otras joyas: cerámica tradicional, rutas de senderismo por los Arribes del Duero y alojamientos con encanto como el hotel rural Doña Urraca.

Fermoselle, joya gastronómica y rural

Situado junto al Parque Natural de los Arribes del Duero, Fermoselle no solo es un enclave privilegiado por su naturaleza, sino también un bastión de la gastronomía castellana. En sus calles empedradas y bodegas subterráneas se respira autenticidad. Aquí, el chorizo de Cesáreo no es solo un alimento, sino un símbolo de identidad.

En palabras de Pedro Madera: “Ese bocata que sale por los laterales, que está a escala un centímetro de pan, un centímetro de embutido y otro centímetro de pan. Sí, señor. Con las dos manos. Sí, señor.” Así describe el periodista los deliciosos bocadillos que se pueden saborear con el producto estrella de Puente Robles, que, además, puede adquirirse por menos de 10 euros, una auténtica ganga para un alimento de calidad mundial.

La fábrica Puente Robles, que puedes localizar fácilmente a través de su web, mantiene la tradición chacinera con recetas transmitidas de generación en generación. Allí no se buscan grandes campañas de marketing, sino la fidelidad de un sabor que ha conquistado incluso a los más escépticos del chorizo picante.

Ruta con sabor en Poniendo las Calles

Carlos Moreno El Pulpo, conductor del espacio matinal de COPE, introdujo esta curiosa ruta gastronómica con el humor que caracteriza al programa: “A nadie más que a Pedro se le ocurre organizarnos un recorrido para comer bocatas de chorizo”. Y no le falta razón. Lo que podría parecer una broma radiofónica es, en realidad, un viaje culinario por la España rural que reivindica productos artesanos, pueblos con encanto y maneras de vivir que resisten al paso del tiempo.

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Para quienes busquen una experiencia auténtica este verano, Fermoselle se alza como un destino ideal: buen embutido, precios asequibles, naturaleza, hospitalidad y hasta la posibilidad de una “noche de pasión” en el hotel Doña Urraca, como bromeaba Pedro Madera: “¿Quién se pierde pasar una noche tórrida de verano en el hotel Doña Urraca?”.

La ruta propuesta por Pedro no aparece en las guías turísticas convencionales, pero sin duda debería. Porque cuando el mejor chorizo del mundo se hace en un pueblo de Zamora y se vende por menos de diez euros, no queda otra que hacer las maletas y conducir hasta allí.