Un cirujano está un tiempo en una ambulancia medicalizada y lo que ve le hace tomar una decisión: "Esto no se sabe"
Rafael Hernández ayuda a entender qué es lo que ocurre antes, durante e incluso después de una intervención quirúrgica

Carlos Moreno 'El Pulpo' charla con Rafael Hernández cirujano de vocación, docente y escritor que acaba de publicar La hora de los valientes
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El cirujano Rafael Hernández Estefanía no es solo un experto en bisturí, sino también un observador profundo del entramado humano y emocional que rodea a una intervención quirúrgica. Tras años al frente de la sala de operaciones, Hernández ha decidido abrir esa puerta tan hermética para el público con su libro La hora de los valientes, una obra que desvela con sinceridad y rigor qué ocurre antes, durante y después de una cirugía.
Más allá del quirófano: lo que el paciente no ve
En una entrevista reciente en el programa Poniendo las Calles, Hernández confiesa que su experiencia no se limita al quirófano. Durante un tiempo, trabajó en una ambulancia medicalizada y pudo contemplar realidades que el público no suele conocer. “Llega a casa y decía: ‘esto la gente no lo sabe, alguien lo tendría que escribir’”, comenta, explicando cómo esa vivencia le hizo comprender la importancia de la transparencia y la comunicación en la medicina. “Lo hice durante un tiempo y me vino muy bien para reflexionar”, añade.
La medicina, como explica Hernández, va más allá de la técnica y la precisión. Existe un componente emocional que condiciona el proceso quirúrgico, tanto para el paciente como para el equipo médico. El miedo, la incertidumbre y la esperanza se entrelazan desde el momento en que el diagnóstico anuncia la necesidad de operar. “Cuando un paciente escucha ‘tienes que operarte’, primero tiene un shock, y luego poco a poco va asimilando”, señala. Y es ahí donde la empatía del cirujano se vuelve fundamental para crear un vínculo de confianza que facilite el camino hacia la recuperación.

Camilla de traslado de pacientes, Ambulancia medicalizada
Este abordaje cercano rompe con la antigua medicina paternalista, aquella que ocultaba información y mantenía al paciente en la ignorancia. Hoy, como destaca Rafael Hernández, la transparencia y la comunicación “curan” tanto como la habilidad técnica. Un cirujano no solo debe ser un maestro del bisturí, sino también un puente humano para aliviar la angustia de quien está al otro lado de la mesa de operaciones.
Desmitificando el quirófano y la profesión médica
Uno de los grandes méritos de La hora de los valientes es desmontar mitos sobre la figura del cirujano, poniendo en valor la humanidad de quienes están detrás de la bata blanca. “Somos trabajadores, como las enfermeras y todo el equipo que nos rodea. Sin ellos, la cirugía no sería posible”, explica Hernández, enfatizando que el trabajo en equipo es imprescindible para el éxito de cualquier operación.
Además, el libro invita a entender que no todo en la medicina es predecible ni controlable. Aunque los avances en las pruebas diagnósticas y la tecnología han reducido las sorpresas durante la intervención, “puede haber alguna circunstancia o variación anatómica que te haga dudar”, comenta el cirujano. Es aquí donde entra en juego la experiencia, el bagaje acumulado con los años, los “kilómetros” que hacen que un profesional sepa adaptarse y tomar decisiones en tiempo real.
Este relato también busca acabar con el oscurantismo que rodea a la práctica médica. “Cuanto más se abra el quirófano, menos teorías conspirativas habrá”, asegura Hernández. Y esa apertura no solo protege al paciente, sino que genera confianza social en un entorno que a menudo es temido y desconocido.

Símbolo de vehículo medicalizado sobre asfalto rojo deteriorado que indica estacionamiento reservado para una ambulancia.
Además de su faceta clínica, Rafael Hernández destaca el papel terapéutico que tiene la escritura para los profesionales que viven cada día en contacto con el sufrimiento y la muerte. “La capacidad terapéutica que tiene escribir... te asienta y te hace sufrir menos”, confiesa, animando a quienes escuchan a encontrar en la palabra escrita un refugio para procesar experiencias complejas.
Para aquellos interesados en profundizar en el universo médico y humano detrás de la cirugía, la obra de Hernández se convierte en una lectura indispensable, una invitación a entender que la medicina es, por encima de todo, una práctica llena de valentía y humanidad.