¿Cómo afectan a los periodistas las palabras de Leire Díez? "Hay ciudadanos que creerán que las prácticas de esta señora son las propias de nuestro oficio"

El lamentable espectáculo que ayer protagonizó Leire Díez Castro devora la actualidad. José Antonio Zarzalejos pone el foco en este asunto en el 'Sexto Sentido', pero con una perspectiva adicional para el análisis. 

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"No es fácil añadir más de lo que ya se ha dicho. Quizá introducir, sí, algunas perspectivas adicionales. La primera es la estética. El espectáculo fue de una vulgaridad apabullante. Los personajes de la astracanada, todos, están por debajo de la urbanidad media de los ciudadanos de este país.

La estética es la ética del comportamiento. Pues bien, Leire y compañía resultan detestables por lo que hacen y por la chabacanería con la que se comportan.

La segunda es política. La degradación de la vida pública nacional ha tocado suelo con el evento de ayer. Todos los medios de comunicación hemos sido atraídos, imantados, por los personajes de la cloaca. Da que pensar que estos tipos cutres, sin un cargo político, sin otro reconocimiento que su villanía, acaparen la actualidad, el interés. 

El morbo sustituye al mínimo rigor. No hace falta recordar -o tal vez sí- que esta señora se paseó después de su comparecencia por platos televisivos. Solo falta que el director general de RTVE sugiera que la inviten a los programas telecinqueros que ha incrustado en la programación de la TV pública para conseguir sus objetivos de audiencia.

La tercera es profesional periodística. Ni los medios, salvo esté y aquí, ni las asociaciones profesionales de los periodistas han/hemos elevado la voz para denunciar el intrusismo de la tal Leire. Hay ciudadanos que, seguramente, creerán que las prácticas de esta señora son las propias de nuestro oficio.

No, son propias del hampa en el que se mueve. Ya están tardando en moverse la APM y la FAPE, los colegios de periodistas y los propios medios. Nuestra profesión es digna, se atiene a criterios deontológicos y a la legalidad.

La cuarta es la profesional de la abogacía. El Colegio de la Abogacía de Madrid debe abrir expedientes informativos, y en su caso disciplinarios, a aquellos que han oficiado de letrados en reuniones con apariencia delictiva. Soy periodista, pero he sido abogado colegiado, en ejercicio y luego como no ejerciente. 

La deontología profesional de la abogacía es estricta porque también lo es el derecho a la defensa. El ejercicio de esta profesión cuenta con muchas garantías y en la misma medida con no pocas exigencias. Su imagen ha quedado maltrecha en estos episodios y se ha incurrido en una seria responsabilidad que es, inicialmente, disciplinaria. La defensa letrada es un ejercicio noble, elevado, pero jamás puede suponer ni complicidad ni encubrimiento.

De la política, poco puede esperarse. Pero quizá si más de otras instancias que están concernidas por el bochorno que ayer pudimos contemplar. Es ya clamorosa la inacción del ministerio fiscal en la persecución de unas conductas que presentan tantísimos indicios delictivos. Y es un insulto reiterado que haya ministros que persistan en no reconocer que Leire es suya, que Aldama es suyo, que Ábalos es suyo, que Koldo es suyo, que David Sánchez es suyo, que Begoña Gómez es suya".