Las cinco plantas silvestres que ya no se recolectan en nuestros bosques y que podrían revolucionar el medio rural en España

Cinco especies concretas de plantas silvestres pueden convertirse en un nuevo recurso forestal. Hablamos de la bellota, el madroño, la endrina, la piña verde y el escaramujo. Plantas muy comunes en España, que se utilizaban en la antigüedad pero que actualmente están en desuso. 

El proyecto Plantas Olvidadas es una iniciativa del colectivo Eixarcolant, de la cooperativa Sambucus y la Fundación Emys y cuenta con la colaboración de Universidad de Barcelona.

El proyecto se ha iniciado en doce fincas forestales de Cataluña pero quiere hacerse extensivo a otras provincias españolas con grandes zonas boscosas como es el caso de Soria.

Marc Casabosch ha explicado a COPE que esta iniciativa busca “generar nuevas economías rurales de ámbito local pero que puedan generar economías de ámbito estatal mejorando la gestión forestal que se hace actualmente y mejorando la resiliencia de todos estos sistemas forestales frente al cambio climático”. El proyecto pretende hacer frente al abandono de pastos y cultivos que han llevado a grandes masas forestales mal gestionadas lo que aumenta el riesgo de incendios forestales.

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Los promotores buscan desarrollar productos alimenticios saludables y atractivos para el gran público a través de cinco frutos comestibles, con interés organoléptico nutricional pero que en la actualidad no emplean. De hecho ya han logrado comercializar algunos de los productos que han pasado la selección inicial como unas patatas chips con condimento de escaramujo, ketchup con endrinos, preparado para bizcochos con harina de bellota, vinagreta de pepino o mermelada de tomate con piñas de pino.

Marc Casabosch ha explicado que cuando empezaron a revisar los usos de estas plantas, a nivel tradicional se empleaban estos frutos para bebidas alcohólicas y elaboraciones endulzadas. El proyecto Plantas Olvidadas pretende dar un nuevo giro a estas especies creando productos que se estén consumiendo y que sean saludables.

El colectivo Eixarcolant explica que estas cinco plantas se empleaban en el pasado pero la guerra civil hizo que se vincularan “a una etapa de necesidad” de manera que ha existido rechazo a su uso. En países vecinos se comercializan y emplean estas plantas pero en España queda “este mal recuerdo”.

Algunas de ellas se emplean para autoconsumo pero el objetivo es crear productos que despierten el interés del consumidor y que puedan generar alternativas económicas viables que fomenten la bioeconomía forestal, la gestión sostenible de los bosques y la conservación de la biodiversidad.

Plantas Olvidadas se ha presentado en Soria y acudirá a otras provincias como Cuenca, Teruel, Ourense, Córdoba o Navarra con el fin de establecer contactos y generar posibles iniciativas tanto de entidades como de particulares. Los promotores están esperanzados ya que la respuesta ha sido “maravillosa” según Marc Casabosch que confían en que despierten el interés de proyectos y colaboraciones que permitan “tejer una red” .

“Si no encontramos la manera de poder hacer cosas conjuntamente, será difícil que podamos lograr la escalabilidad” señala Casabosch que apunta a que el reto es “juntarnos de alguna manera aunque no sea bajo la misma marca”.