Nicusor Dan y los proeuropeos ganan en Rumanía ante el nacionalismo de George Simion

En una jornada electoral cargada de tensión e incertidumbre, las encuestas a pie de urna confirmaron la victoria del candidato proeuropeo Nicusor Dan, alcalde de Bucarest, frente al soberanista George Simion, líder del partido Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR). Dan habría obtenido el 54,9% de los votos, imponiéndose por sorpresa a Simion, que alcanzó el 45,1%. Este resultado contrasta con las expectativas previas, en las que Simion era el favorito según los sondeos, pero la amplia participación, especialmente del voto interno, favoreció a Dan, quien desde la sede de su campaña calificó este momento como «un momento de esperanza» para Rumanía, aunque advirtió que «vendrá un periodo difícil pero necesario» y apeló a la paciencia y al compromiso ciudadano.

La tensión política no cesó tras conocerse estos datos. George Simion proclamó su victoria y presumió de contar con 400.000 votos más que Dan, a pesar de que sus declaraciones fueron marcadas por cortes en la transmisión en redes sociales. Simion planteó dudas sobre la transparencia del proceso electoral, sugiriendo irregularidades especialmente en el voto de la diáspora y en la vecina República de Moldavia, sin aportar pruebas concretas. Este cruce de acusaciones genera una atmósfera de incertidumbre política que recuerda a otros procesos electorales marcados por la desconfianza y la polarización.

En este contexto, Simion recibió el apoyo expreso del Gobierno húngaro. El primer ministro Viktor Orbán respaldó al líder nacionalista, afirmando que Hungría representa «la unidad, no la división», un mensaje que busca capitalizar la sensibilidad étnica y territorial en la región de los Cárpatos. Sin embargo, el sector financiero y los mercados internacionales apostaron claramente por la continuidad europeísta de Nicusor Dan, quien representa una línea política más abierta a la integración europea y la estabilidad económica. Esta apuesta se basa en la previsión de que un gobierno liderado por Dan garantizaría un entorno favorable para la inversión extranjera, los negocios y la cooperación con Bruselas.

La campaña de desinformación

La jornada electoral estuvo marcada no solo por la disputa política, sino también por una creciente preocupación gubernamental por la influencia de campañas de desinformación en el entorno digital. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Andrei Ţarnea, alertó sobre una campaña viral de desinformación que circulaba en redes sociales como Telegram, señalando que esta estrategia mostraba «claramente la marca de la injerencia rusa». Según el portavoz, esta oleada de noticias falsas pretendía influir en el proceso electoral y generar confusión entre los votantes.

Este fenómeno se inscribe en un patrón creciente de manipulación mediática y desinformación que afecta a varios países de Europa del Este, donde intereses geopolíticos externos intentan desestabilizar procesos democráticos para favorecer opciones políticas más alineadas con Moscú. La alarma del gobierno rumano es significativa, ya que se produce después de que la primera vuelta electoral fuese anulada por el Tribunal Constitucional el año pasado, y en medio de la crisis política que provocó la dimisión del jefe de gobierno Marcel Ciolacu.

El futuro político de Rumanía está en un momento crucial. El presidente en funciones, que tendrá un papel decisivo en la formación del nuevo gobierno, deberá establecer un diálogo constructivo con otros países europeos para gestionar asuntos clave como las pensiones, los salarios y la promoción de un clima favorable para los empresarios e inversores extranjeros. La elección entre la visión europeísta de Nicusor Dan y el nacionalismo de George Simion marcará la orientación del país en los próximos años.